🔥Fisiopatología del Síndrome Antifosfolípido (EXPLICACIÓN FÁCIL)
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El síndrome antifosfolípido es un trastorno autoinmune sistémico (es decir, afecta a todo el cuerpo) con problemas y manifestaciones sobre todo vasculares y del embarazo. Estas complicaciones están asociadas a mecanismos inflamatorios y trombóticos causados por anticuerpos antifosfolípidos (APL).
Fisiopatología del Síndrome Antifosfolípido
Qué ocurre en el síndrome antifosfolípido? Primero recordar que las membranas celulares están recubiertas por fosfolípidos. Es decir, un grupo fosfato unido a lípidos, de ahí el nombre fosfolípido.
Por una predisposición genética más la unión de factores ambientales (nutrición deficiente, alteración ritmos circadianos, sedentarismo, aumento de tóxicos ambientales como la contaminación y los metales pesados, etc.) se forman los anticuerpos antifosfolípidos, que son tres:
- Anticuerpo anticoagulante lúpico
- Anticuerpos anticardiolipina
- Anticuerpos anti beta 2 glicoproteína
Estos anticuerpos antifosfolípidos lo que promoverían sería la activación de células endoteliales (las que se encuentran dentro de los vasos sanguíneos), de monocitos (un tipo de glóbulos blancos) y plaquetas (las encargadas de taponar la sangre cuando hay una herida). Entonces, tanto las células endoteliales como los monocitos como las plaquetas se ven estimuladas por los anticuerpos antifosfolípidos y esto va a hacer que haya mayor adhesión endotelial, es decir, ahora es más fácil que se adhieran sustancias en las paredes de los vasos sanguíneos (arterias y venas). Esto llevaría entonces a una aterosclerosis temprana más acelerada. La ateroesclerosis es la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias dentro de las arterias que puede provocar el estrechamiento de las arterias, obstruyendo el flujo sanguíneo y causando infartos y trombos.
Todo esto genera mucha inflamación y un riesgo cardiovascular muy grande en el paciente. El paciente tendrá mayores probabilidades de enfermedades cardiovasculares, enfermedades también cerebrovasculares así como taponamientos en el resto de órganos y sistemas. Con lo que los síntomas más comunes son trombos, infartos y coágulos. Además de dificultad para quedarse embarazada con abortos espontáneos tempranos o tardíos.
Y, por último, una estadística curiosa. Se estima que el Síndrome Antifosfolípido (SAF) afecta a 50 por cada 100.000 habitantes.