🏅Top 3 pilares de la Dieta Paleo Autoinmune
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La importancia de la nutrición en la gestión y reversión de enfermedades autoinmunes ha sido reconocida desde la antigüedad. Hipócrates, famoso por su afirmación “que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento”, establece la conexión entre lo que consumimos y nuestro bienestar. En esta entrega de Salud Autoinmune te guiaré a través de los cuatro desencadenantes y agravantes clave de las enfermedades autoinmunes, destacando cómo una correcta nutrición puede influir en estos aspectos.
Dieta paleo autoinmune. Enfoque en la nutrición correcta
Una alimentación adecuada para frenar y prevenir enfermedades autoinmunes se basa en tres pilares esenciales:
Pilar 1: frutas y verduras.
Pilar 2: vísceras y pescados azules
Pilar 3: semillas y frutos secos
Todos ellos provenientes de fuentes ecológicas para evitar la ingesta de toxinas y químicos, como antibióticos y hormonas, presentes en la cría de animales.
Dieta paleo autoinmune: verduras y frutas
Siguiendo los principios de la paleodieta, que se remonta a la época anterior en que los humanos empezaron a consumir cereales y leche animal, aproximadamente hace diez mil años, se destaca la importancia de una dieta consistente en hojas verdes, raíces y carnes, elementos presentes en la alimentación humana a lo largo de 2.5 millones de años. Esta dieta ancestral se ajusta mejor a nuestra fisiología y genética.
Las verduras de hoja verde son ricas en vitaminas esenciales para el funcionamiento celular óptimo, y contribuyen a reequilibrar y fortalecer el sistema inmunológico. Su consumo se asocia con la reducción de la inflamación, crucial en enfermedades autoinmunes.
La variedad de colores en frutas y verduras indica la presencia de antioxidantes, fundamentales para eliminar los radicales libres y permitir el funcionamiento celular adecuado. Cuanta más diversidad de colores consumamos, mayor será la variedad de antioxidantes en nuestra dieta.
Las verduras con contenido de azufre son excelentes para ayudar al cuerpo a deshacerse de toxinas, favoreciendo la función hepática y la desintoxicación, aspecto crucial en la salud general y en el manejo de enfermedades autoinmunes.
Dieta paleo autoinmune: pescados azules y vísceras
Los pescados azules, como el salmón y la sardina, son ricos en ácidos grasos omega-3 y omega-6, con propiedades antiinflamatorias y fundamentales para la formación de membranas celulares, así como para reforzar el sistema inmunológico. Se recomienda precaución con pescados grandes, como el atún, debido a su mayor contenido de mercurio.
Dieta paleo autoinmune: frutos secos y semillas
Estos alimentos proporcionan proteínas, ácidos grasos y vitaminas esenciales para el cuerpo, contribuyendo a un mejor funcionamiento cardiovascular, cerebral y del sistema inmunológico. Sin embargo, se deben consumir crudos y remojados para evitar aditivos dañinos y mitigar la presencia de antinutrientes.
En conclusión
En resumen, esta dieta focalizada ofrece múltiples beneficios, desde reducir la inflamación y mejorar la desintoxicación hasta fortalecer la microbiota intestinal y, en última instancia, atacar la causa primordial de las enfermedades autoinmunes: la disfunción celular.
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– Más información sobre la microbiota intestinal AQUÍ
